
En una ciudad danesa, el agua de mar se utilizará para la calefacción en un pueblo, solo para comenzar. Con una enorme planta, el viento generará la energía necesaria para hacer funcionar el sistema que proporcionará calefacción a la ciudad.
Este sistema funcionará de la siguiente manera: Los intercambiadores de calor, transferirán entre 2 y 3 grados centígrados del agua de mar, con ello el agua de la red de calefacción urbana se calentará hasta 90 grados. El dióxido de carbono líquido que circula en la bomba de calor se calienta con el agua de mar y se evapora.
Luego, el CO2 se comprime aumentando aún más su temperatura y los parques eólicos de la costa danesa proporcionan la energía necesaria para operar los compresores.