Más de 170 alebrijes monumentales formaron parte del colorido recorrido
El pasado fin de semana se llevó a cabo el décimo séptimo Desfile de Alebrijes Monumentales en la capital del país, evento que congregó a miles de personas a lo largo del Zócalo, la calle 5 de Mayo, avenida Juárez y Paseo de la Reforma, hasta llegar a la Glorieta de la Independencia.
Más de 170 alebrijes de gran formato, acompañados por bandas de marcha, bastoneras, comparsas, grupos de carnaval, ballets folclóricos, concheros y mojigangas, formaron parte del colorido recorrido, que dio inicio alrededor del mediodía. Las figuras, elaboradas con estructuras de alambre, cartón y recubiertas con policromados de vivos colores, sorprendieron por su tamaño, diseño y, en algunos casos, por mecanismos que les daban movimiento.
Los alebrijes fueron creados por diversos grupos: desde familias, colectivos de casas de cultura, estudiantes de bachillerato y exalumnos, hasta compañeros de centros de trabajo y artesanos que trabajaron de forma individual. El desfile se convirtió en una muestra de creatividad colectiva, donde el trabajo artístico desarrollado durante meses pudo ser apreciado por el público.
Entre las figuras destacadas se encontró el Teatribrije, una pieza de varias secciones realizada por los talleristas de cartonería y títeres de la Fábrica de Artes y Oficios Azcapotzalco, que captó la atención por su complejidad y detallado acabado.
Durante más de dos horas, los alebrijes avanzaron por la ruta establecida, mientras los asistentes fotografiaban las piezas y aplaudían al paso de cada una. A pesar del cierre formal del contingente, aún se incorporó una figura que desfiló algunos minutos después de la retaguardia, cuando gran parte del público comenzaba a retirarse.
El desfile, organizado como parte de las actividades culturales del mes, refrenda su papel como una de las expresiones más esperadas del arte popular contemporáneo en la ciudad.