La mandataria destacó que no entrará en debates innecesarios con Trump, señalando que él tiene su propia manera de comunicar. Hay que evitar caer en cualquier provocación, pero pueden tener la certeza de que vamos a representar a México de manera digna, afirmó.
En respuesta a las declaraciones del mandatario electo, que insinuaron reproches por la posible imposición de aranceles, la Presidenta aclaró que durante la conversación no se hizo ningún reclamo al respecto. "Es importante no malinterpretar nuestras posturas; nosotros siempre hemos hablado con respeto y claridad", puntualizó.
La Presidenta recordó que al inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, muchos anticipaban una relación conflictiva con Trump, pero esta terminó siendo funcional y con acuerdos sólidos. Estamos seguros de que ahora, bajo estas nuevas circunstancias, se mantendrá una buena relación, aunque con características diferentes, declaró.
Sobre las menciones de Trump acerca del cierre de la frontera, la Presidenta precisó que México nunca planteó esa medida. Lo que explicamos fue nuestra estrategia migratoria para disuadir la llegada masiva de personas a la frontera norte, siempre priorizando el diálogo y el respeto, aclaró.
La mandataria reafirmó que su gobierno seguirá actuando con dignidad y responsabilidad, velando por los intereses del país. Nunca vamos a agachar la cabeza, pero tampoco vamos a caer en juegos o discusiones que no construyen.
La Presidenta expresó optimismo respecto al futuro de la relación bilateral, confiando en que ambos países podrán trabajar juntos en temas clave como comercio, seguridad y migración. Nuestra postura es clara: una relación de respeto mutuo y colaboración sin imposiciones, porque México siempre defenderá su soberanía.
