
La Casa Blanca lanzó una advertencia este miércoles 18 de septiembre de 2024, en contra de una "escalada" de la situación en Oriente Medio.
Esto ocurrió tras una serie de explosiones en Líbano que afectaron aparatos de comunicación de Hezbolá, el grupo chiita que responsabilizó a Israel del ataque.
John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, afirmó que la postura de su país sigue siendo evitar la intensificación del conflicto. "No creemos que la solución a esta crisis pase por operaciones militares adicionales", declaró Kirby a los medios. Estados Unidos insiste en que la diplomacia es la vía más adecuada para prevenir que se abra un nuevo frente en la región, especialmente en Líbano.
En este contexto, Irán, que históricamente apoya a Hezbolá, ha mantenido una actitud moderada, absteniéndose de tomar represalias significativas. Esto, incluso tras un ataque dentro de Teherán que cobró la vida de un alto líder político de Hamas que se encontraba de visita.
El panorama en la región es tenso y volátil. Las recientes explosiones en Líbano solo han aumentado la preocupación internacional sobre un posible enfrentamiento a gran escala. Mientras tanto, la diplomacia sigue siendo el principal recurso que muchos países, incluida Estados Unidos, buscan para desactivar la crisis antes de que se agrave más.