
Durante el mes de febrero, la inflación ha mostrado una desaceleración significativa, situándose en un 4.40% anual, según datos del INEGI. Este marcado descenso, desde el 4.88% registrado en enero, se atribuye principalmente a una menor presión en los precios no subyacentes.
Este dato marca un quiebre en la tendencia ascendente que venía manteniendo en los últimos tres meses. La reducción en los precios de productos agropecuarios, especialmente frutas y verduras, ha sido un factor clave en este descenso, contrarrestando el repunte observado anteriormente.
Es importante destacar que este resultado está por debajo de las expectativas del consenso de analistas, quienes habían previsto una cifra ligeramente superior, del 4.44% anual, según la encuesta más reciente de Citibanamex.
En resumen, estos datos nos muestran una perspectiva alentadora en cuanto a la estabilidad de los precios y ofrecen un panorama optimista para la economía en el próximo periodo.