
Tras mantener negociaciones el pasado domingo con el presidente Nikos Christodoulides, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró que ambos países tienen la intención de construir un "corredor" energético entre Europa y Asia. Se trata de un cable de fibra óptica submarino que conectará a países de Asia y la península Arábiga con Europa a través de Israel y Chipre.
Se espera que el cable eléctrico de 2 mil megavatios, que recibirá el nombre de EurAsia Interconnector, sirva como suministro eléctrico de reserva tanto para Israel como para Chipre.
Netanyahu dijo estar "absolutamente convencido" de la viabilidad de esta solución de infraestructuras y de que el proyecto podría hacerse realidad si Israel normaliza sus relaciones con otros países de la región.