
Con profunda tristeza recibimos la noticia del fallecimiento de Elena Larrea, fundadora del santuario para caballos Cuacolandia. Su partida deja un vacío inmenso en la comunidad defensora de los derechos de los animales.
Según reportes, su partida fue ocasionada por complicaciones de salud tras una cirugía estética reciente. Su compromiso con la causa animal y su lucha incansable por erradicar la zoofilia quedan como un legado imborrable.
Hoy recordamos su valentía y dedicación, y renovamos nuestro compromiso en seguir su ejemplo. Que su memoria inspire acciones que promuevan el respeto y la protección hacia todas las criaturas que comparten nuestro planeta. Descansa en paz, querida Elena. Tu labor perdurará en cada paso que demos por los más vulnerables.