
La situación en Ucrania alcanza niveles alarmantes con un devastador ataque en la capital, Kiev, donde las fuerzas rusas utilizaron un arsenal impresionante que incluyó 15 misiles de crucero y 12 misiles balísticos. A pesar de la gravedad del conflicto, las defensas aéreas ucranianas informan de un éxito parcial al derribar todos los misiles de crucero y interceptar con éxito 5 de los 12 misiles balísticos.
El hecho de que Kiev haya sido nuevamente el objetivo principal subraya una estrategia clara por parte de las fuerzas rusas. La población local se vio afectada por explosiones, llevando a muchos a buscar refugio en el metro durante más de dos horas debido a la persistente alarma antiaérea.
Según la Administración Militar de Kiev, el ataque se desarrolló en dos fases, con misiles de crucero lanzados desde aviones en el espacio aéreo ruso, seguidos por una segunda oleada de misiles balísticos cuando los primeros ya se encontraban sobre la capital.