Hezbolá ha llevado a cabo un audaz ataque en el norte de Israel, combinando el uso de misiles teledirigidos y drones explosivos contra un centro de mando de reconocimiento, según informó el movimiento libanés. El bombardeo fue una respuesta directa, según Hezbolá, al "asesinato de varios combatientes en Ain Baal y Shehabiya" ocurrido el martes anterior.

Por su parte, el ejército israelí declaró que no tenía conocimiento de ningún ataque a sus instalaciones por parte de Hezbolá, aunque previamente ese mismo martes había informado sobre la interceptación de dos "objetivos aéreos" frente a la costa norte de Israel.

Desde el inicio de la guerra en Gaza el mes pasado, Israel y Hezbolá han estado involucrados en intercambios regulares de misiles y ataques aéreos. Aunque hasta ahora han evitado una guerra total, la continuidad de los ataques ha generado preocupación por la posibilidad de una escalada rápida del conflicto. Existe el temor de que un error de cálculo o un incidente pueda desencadenar una escalada que atraiga la intervención de otras potencias regionales y mundiales, incluido Estados Unidos. Esta situación subraya la fragilidad de la situación en la región y la necesidad de encontrar vías diplomáticas para evitar un conflicto más amplio y devastador.